El Secreto de una Vida Extraordinaria

14 de Septiembre de 2017

Hoy es 12 de Septiembre de 2017—el sexagésimo noveno aniversario del día en que un joven se arrodilló solo a los pies de su gurú, Paramhansa Yogananda. Con el corazón dolorido por el anhelo divino, James Donald Walters, de veintidós años, dijo en forma suplicante, “Quiero ser su discípulo.”

 

 

Escucha aquí una charla de Swami Kriyananda sobre el discipulado en Treasures Along the Path.

 

 

El Gurú hizo una pausa, luego respondió, “Tienes buen karma. Puedes unirte a nosotros.” Más tarde en ese primer encuentro, Yogananda dijo, “Te doy mi amor incondicional.” Por el resto de su vida, el hombre fue moldeado por ese amor, y por la consciencia de este gran yogui. Como resultado de ese encuentro, muchas otras vidas en todo el mundo también estaban destinadas a cambiar, mientras Yogananda comenzó la transformación de este joven discípulo en el extraordinario maestro espiritual Swami Kriyananda.

Recientemente mientras estábamos en Ananda Assisi, vimos este primer encuentro conmovedor tal como fue bellamente representado en la película The Answer (La Respuesta). La película, escrita por Swamiji, es una reconstrucción dramática de la búsqueda de la verdad en su niñez, el encuentro predestinado con su gurú en 1948, y sus años de entrenamiento a los pies de Yoganandaji hasta el fallecimiento del Maestro en 1952.

The Answer ya ha ganado cerca de treinta premios en festivales de cine, y será lanzada internacionalmente en la primavera. El poder espiritual de la película yace en su representación de la relación gurú-discípulo, que abre los ojos del espectador al profundo cuidado, sabiduría y amor sobre los que descansa este vínculo.

Para producir la transformación interior de Swami, Yogananda lo guió de varias maneras a través de los años. Por ejemplo, poco después de la llegada de Swami, él le dijo “Eres demasiado intelectual. Debes obtener devoción.” Por eso Swami se dedicó a cantar y a las prácticas devocionales, hasta que un día el Maestro dijo, “Miren cómo he cambiado a Walter.” (Este era el nombre con el que lo llamaba el Maestro.)

El Maestro lo puso a cargo de los monjes, aunque era joven y nuevo en las tareas. Bajo la guía del Maestro, organizó a los monjes en una orden disciplinada.

Excedió las expectativas de su gurú volcando su corazón con entusiasmo en todo lo que Yogananda le pedía. Swamiji entregó completamente todo de sí, sin retener nada—devolviendo plenamente el amor incondicional que había recibido.

Hacia el fin de su vida, Yogananda hizo tres declaraciones significativas a Kriyananda sobre lo que había por delante. Primero dijo, a modo de instrucción, “Tu trabajo en esta vida será dar conferencias, editar y escribir.” Swamiji cumplió esto, dejando un vasto legado de libros, música y charlas grabadas.

En otra ocasión dijo proféticamente, “Tienes un gran trabajo por hacer.” ¿Qué era este “gran trabajo”? El Maestro nunca se lo dijo; tal vez solo con el paso del tiempo se volvería claro su alcance total. Seguramente incluía como parte importante la creación de Ananda Sangha y las comunidades espirituales que están siempre en expansión, las cuales comparten las vibraciones y enseñanzas de Yogananda por todo el mundo.

Por último, algunos días antes de su muerte, Yogananda le dijo con amor, “Me has complacido mucho. Quiero que los sepas.” Estas palabras le dieron a Swamiji la seguridad y fortaleza para cumplir todo lo que su gurú le pidió, y se convirtieron en su guía a través de los muchos obstáculos que vendrían.

 

 

“Somos Tuyos,” pintura de Nayaswami Jyotish.

 

 

 

¿Entonces cuál es el secreto de la vida de Swamiji? Es el flujo constante de gracia nacido de la entrega total y el amor incondicional.

¿Y qué podemos aprender de su ejemplo? Pocos de nosotros dejaremos un legado tan rico en servicio a nuestro gurú, pero nosotros, también, podemos ofrecer cada gramo de lo que tenemos para dar. En el Bhagavad Gita Krishna dice, “Yo acepto incluso una hoja, si es ofrecida con devoción.” Ningún obsequio que sea ofrecido con amor es demasiado pequeño o insignificante como para que Dios no lo acepte.

Swami Kriyananda dijo una vez estas palabras sobre la obra de Ananda—palabras que aplican también a él: “Somos parte de la gran corriente de energía de amor y gozo que quiere dar y dar mientras la gente sea feliz de recibirla.”

Gracias Swamiji, por tu extraordinaria vida, y ¡Feliz Aniversario Espiritual!

Nayaswami Devi

 

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